Esta tarta fue una petición con poco tiempo y decidí usar muñecos de plástico para no tener que modelar (me da mucha pereza modelar, admiro a los maestros que hacen auténticas virguerías con el fondant como Carlos Lischetti o las adorables Canela en Casa)
Así que rápidamente rellené un bizcocho de chocolate con capas de buttercream de limón, lemon curd y lo cubrí con fondant. Decoré con el nombre del niño, un uno, algo de color al rededor y le puse los muñecos. Rápido, sencillo y muy resultón, ¿no os parece?
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