El otro día era el cumpleaños del hijo de unos amigos que está estudiando medicina y me pidieron que le hiciera unas galletas especiales. Opté por algo sencillo pero original: unas galletas en forma de aspirina, tiritas, un fonendo y un médico con pijama de quirófano. A veces, la belleza no está en la complejidad si no en la originalidad, ¿no creéis?
Siento la pésima calidad de la foto, pero la hice corriendo, como siempre me suele ocurrir. Y gracias tengo que dar de haberme acordado de fotografiarlas, porque no serían las primeras que no me acuerdo de hacerle una foto antes de entregarlas...
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